¿La única forma de motivar es con dinero?

Existen muchas formas de hacer funcionar una empresa y conseguir el rendimiento adecuado pero sin duda la mejor manera de conseguirlo es manteniendo a tus empleados motivados. Hasta hace poco, la mayoría de directivos pensaban que la mejor forma de mantener motivados a los trabajadores era con un aumento de sueldo pero hoy vamos a ver diferentes técnicas que te van a permitir aumentar el rendimiento de tus trabajadores sin necesidad de recurrir a su sueldo.

  • Trata a tus empleados con respeto

La mejor forma de tener motivados a tus empleados es hacerles sentir que son una parte activa y muy importante de la empresa. Por tanto, cuando hagan algo bien, no dudes en reconocerlo y felicitarles por ellos. Además, dales la oportunidad de decidir sobre algunas cuestiones de la empresa y anímales a que se involucren en otras tareas de la misma.

  • Ofrece posibilidades de progresar

Uno de los puntos más importantes en cualquier empresa es la posibilidad de ir progresando dentro de la empresa conforme pasa el tiempo. Si ofreces a tus empleados la posibilidad de conseguir ascensos dentro de la misma, ellos aumentarán su rendimiento para conseguir el ansiado ascenso.

  • Horarios flexibles

La conciliación entre vida laboral y vida personal es uno de los grandes problemas de nuestro país. Por tanto, es muy importante que les dejes la oportunidad de tener horarios flexibles, los cuales les permita tener mucha más autonomía y les ofrezca la posibilidad de organizarse como ellos necesiten. De esta forma, vas a conseguir que se sientan más integrados en la empresa y que se les valore como personas, por lo que estarán mucho más felices.

  • Personaliza los puestos de trabajo

Es muy importante que cada persona esté en el lugar de trabajo que le corresponde, ya que si no es así estarás malgastando las cualidades de tus empleados. Por tanto, es tu labor identificar cuáles son las virtudes de tus empleados y darles responsabilidad en las partes de la empresa donde más influencia positiva pueden tener esas virtudes.

  • No todo es estar en la oficina

Y por último, intenta que no todo sea trabajar. Muchas veces organizar una cena de navidad ayuda a mejorar el ambiente laboral de la empresa. Así que anímate a organizar jornadas de convivencia con tus empleados, organiza charlas de especialistas en el sector, regala entradas para el teatro… ¡Existen mil formas de mejorar el ambiente laboral!

 

En definitiva, estas formas de motivar a tus empleados te puede servir para hacer que se sientan más en sintonía con la empresa y que aumenten su rendimiento durante más tiempo que con un aumento de sueldo. Como habrás podido ver, el aumento de sueldo es una buena técnica para resultados a corto plazo pero existen otras más eficaces para buscar mejorar el rendimiento a largo plazo.  

 

Si quieres saber más, puedes visitar nuestra «Escuela de Liderazgo”  que consta de 8 sesiones con 8 temas más que relevantes en la dirección de personas, donde descubriremos juntos cómo se pueden enfocar temas tan importantes como la motivación de tu equipo, la gestión de conflictos, la asunción de responsabilidades, la toma de decisiones, la organización y gestión del tiempo, la delimitación de tareas y roles y… tu propia salud. Porque dirigir personas es una actividad de alto riesgo.

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7 claves para perder el miedo a hablar en público

En ocasiones en nuestro trabajo, o en nuestra vida personal, tenemos que hablar delante de un grupo de personas, a veces más grande otras más reducido. ¿Que te vendría a la cabeza si te dijera que ahora mismo tienes que hacerlo? ¿Quizá alguna de estas cosas?…

UF! ¡UF! ¡UF!”. “Señor, ¿Y qué digo?”, “Dios mío, seguro que lo hago mal”, “No, por favor”, “¡Qué vergüenza!”, “Espero que la gente esté haciendo otras cosas y no me escuchen”, “Lo voy a pasar fatal”, “Seguro que me temblará la voz o me pondré rojo”, “Me voy a quedar en blanco”, “Ya verás como la lío y lo hago mal”, “Socorro”. “¡Tierra trágame!”… si, tranquilo no estás solo, a la mayoría de las personas le da vértigo exponerse por miedo a ser juzgado sin piedad

Tito Livio siendo responsable de la educación del futuro emperador Claudio, apuntó que “El miedo siempre está dispuesto a ver las cosas peor de lo que son”.

Para iniciarnos en esta aventura de hablar en publico te propongo unas claves, que quizá puedan ayudarte y así afrontar ese miedo:

  1. Siente orgullo y seguridad por lo que haces. Si hablas de un tema que te apasiona y conoces en profundidad será más fácil
  2. Mucha práctica. Practica, practica y vuelve a practicar, cuánto más preparado lo tengas, mejor controlaras tus miedos
  3. No dejar nada a la improvisación, ya que te puedes quedar en blanco y ponerte más nervioso.
  4. Los primeros 30 segundos son clave, es donde captas la atención del público por lo que debes preparar muy bien ese tiempo.
  5. ¿Qué hacer ante un error? No pares, el error es parar. Como en el sexo. :-).
  6. Punto de apoyo visual, te ayudará a concentrarte.
  7. Se tú mismo, no aparentes algo que no eres, el público lo agradecerá y empatizará contigo

¿Sabes que hay gente que se pone de pie delante de muchas personas, incluso sin haberse preparado nada, y se le da muy bien comunicarse, captar la atención, ser persuasivo y salir más que airoso del envite? Sí, hay gente así. Pero no es lo habitual. Lo habitual para muchas personas es que los nervios antes y durante su exposición le hagan olvidar muchas cosas, que no le resulte sencillo estructurar su mensaje, que no logre captar la atención del público y que la capacidad persuasiva de su discurso quede ensombrecida.

Si quieres aprender más sobre este tema, tal vez te interese nuestro «Taller de Oratoria” en él se desarrollarán herramientas, técnicas y procesos que te ayudarán a superar el miedo a hablar en público.

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¿Todo el mundo puede hablar bien en público?

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¿Qué es el Efecto Pigmalión o la Profecía Autocumplida?

En el mundo de los negocios es muy importante mantener la motivación siempre al máximo nivel para lograr aumentar el rendimiento y conseguir tener ese liderazgo que nos permita tener la confianza de las personas. Esta premisa la podemos trasladar a todos los ámbitos de nuestra vida: laboral, académico o personal. La cuestión es que la motivación es lo que separa a las grandes personas de las personas más brillantes del mundo. La motivación es la barrera que separa los grandes logros de los logros extraordinarios. Y al final, son éstos últimos los que consiguen inspirar a otras personas.

Así pues, en el mundo de la psicología existe una teoría que defiende que la creencia de una persona puede influir sobre la realidad de otras. Esta teoría se llama Efecto Pigmalión, pero también es conocida por la Teoría Autocumplida. Básicamente, lo que nos dice esta teoría es que las acciones que un individuo crea que son reales, se convertirán en reales en sus consecuencias.

De hecho, el nombre de Pigmalión viene dado por un el mito griego de Pigmalión, un escultor que terminó enamorándose de su propia escultura. En este caso, la profecía autocumplida puede ayudarnos para motivarnos mucho más o para cerrar muchos más clientes o mejorar nuestro rendimiento. No te preocupes, te lo explicamos: Está demostrado que las altas expectativas de un jefe con su subordinado provocan un mayor rendimiento en éste. En cambio, si las expectativas son bajas, el rendimiento del subordinado se verá resentido. Es decir, la conducta de un directivo influye e inspira a todo su equipo, por lo tanto debes darles confianza y creer en tu equipo para que mejore su rendimiento.

Hace algunos años hubo un ejemplo que explica muy bien todo lo que te estamos contando: se demostró que las expectativas que tienen los profesores sobre ciertos alumnos (y la forma en la que los tratan) provoca que esos alumnos terminen llevando las conductas que los profesores esperaban. Es decir, si un profesor tiene altas expectativas en un alumno, éste conseguirá sacar más nota, ya que se esforzará más y tendrá más confianza en sí mismo.

Seguro que te estás preguntando cómo puede ayudarte esta teoría. Pues bien, la respuesta es muy sencilla: muchas personas pueden hacer lo que tú haces pero de ti depende estar más motivado que los demás, rendir por encima de tus posibilidades y crear un clima idóneo para que todo tu equipo esté motivado. Normalmente, existen cuatro factores que explican el efecto Pigmalión:

  • Factor Clima: Cuánta más confianza haya entre jefe y subordinado, mejor es el clima de trabajo.
  • Factor Imput: Es común que los jefes enseñen más cosas a aquellos empleados con los que tienen más confianza y mayores expectativas depositadas.
  • Factor oportunidad de respuesta: Cuánta más expectativas haya en los subordinados, más posibilidades de hacer las cosas bien tienen ellos.
  • Factor Feedback: Si el jefe tiene unas expectativas altas con su subordinado, le reforzará la confianza con halagos.

Como verás, el Efecto Pigmalión es una teoría psicológica que va a ayudar a motivarte y a mejorar tu rendimiento en el trabajo, además de potenciar al máximo las inercias positivas de tu equipo de trabajo. Así pues, debes tener en cuenta este factor a la hora de acometer el liderazgo de una empresa, ya que es muy importante dotar de confianza a los trabajadores cuando las cosas van mal. Supera los bloqueos emocionales

No tenemos claro si esta situación te suena familiar, en cualquier caso, te animamos que eches un vistazo a nuestra «Escuela de Liderazgo” que consta de 8 módulos entre los que la automotivación forma parte del objetivo global que no es otro que el de aprender a maximizar la relación con los clientes y tratar de aportar nuevas herramientas adaptadas a las circunstancias más relevantes del día a día de cualquier empresa hoy.

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Cómo organizar tus tareas para ser más productivo

Dicen que el tiempo nunca vuelve y que tenemos que cuidarlo, es cierto. Pero muchas veces nos encontramos ante situaciones en las que la lista de tareas pendientes no para de crecer y por muchas tareas pendientes que hagas es imposible ponerse al día completamente. Es como si tuviéramos una larga pila de papeles y cuando quitásemos uno, entraran dos más. Llamar a algún cliente, visitar a otros, organizar una reunión, cerrar presupuestos… siempre hay una tarea más que te impide ir al día completamente.

Por este motivo es tan importante la organización de las tareas y la correcta gestión del tiempo de trabajo… ¡Y más en las grandes empresas! Las mil y una tareas que tenemos que abordar en nuestro día a día del trabajo nos impide dedicarle el tiempo justo y necesario a cada una de ellas para realizar un trabajo óptimo.

Por tanto, para evitar todos estos problemas de acumulación de tareas pendientes y de mala gestión del tiempo, vamos a darte una serie de consejos que te van a ayudar a organizar las tareas de una mejor forma para ser mucho más eficiente. Y es que no hay nada más importante para un trabajador que su tiempo; porque el día no puede durar más de 24 horas.

Antes de entrar en materia de organización de tareas, tienes que empezar separándolas por diferentes niveles de importancia:

  • Tareas de nivel A: Son todas aquellas tareas que requieren una responsabilidad muy grande y mucha concentración, por lo que sólo pueden ser desarrolladas por una persona por experiencia o formación o porque una persona tiene un puesto que le permite acceso a herramientas o datos que otros no puede (cuenta del banco, tarjeta…)
  • Tareas de nivel B: Estas tareas son importantes, pero se pueden delegar a otras personas con un cierto nivel de conocimiento y experiencia dentro de la empresa.
  • Tareas de nivel C: Estas son las cotidianas, las cuales puede hacer cualquier persona de la empresa, tanto por esfuerzo o como por herramientas a su alcance. Por tanto, son las menos importantes de todas (aunque hay que hacerlas) y se puede ser delegadas.

Una vez tenemos clara esta distinción de los niveles de importancia de las tareas, tenemos que tener clara una cosa: hay que priorizar las tareas más importantes, definir sus objetivos y las tareas necesarias para cumplirlos. Es decir, aunque tengamos muchas tareas, es importante que nos centremos en las que son más importantes o tienen mayor prioridad, ya que de esta forma conseguirás que tu equipo se enfoque mucho más y mejore su rendimiento. Además, así concretarás toda la energía del equipo en estos pocos proyectos importantes y maximizarás los resultados.

Un buen truco para la gestión del tiempo, es que antes de empezar la jornada laboral, marques las tres tareas más importantes del día y te centres en cumplir esas tres tareas antes que otra cosa. De esta forma, conseguirás centrarte en lo realmente importante y limitarás las interrupciones y los retrasos.

Estas son tan sólo algunas técnicas para una mejor organización de las tareas tanto de directivos como del equipo de trabajo. Si quieres saber más, puedes visitar nuestra «Escuela de Liderazgo”  que consta de 8 sesiones con 8 temas más que relevantes en la dirección de personas, donde descubriremos juntos cómo se pueden enfocar temas tan importantes como la motivación de tu equipo, la gestión de conflictos, la asunción de responsabilidades, la toma de decisiones, la organización y gestión del tiempo, la delimitación de tareas y roles y… tu propia salud. Porque dirigir personas es una actividad de alto riesgo.

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