Hay gente que se pone de pie delante de muchas personas, incluso sin haberse preparado nada, y se le da muy bien comunicarse, captar la atención, ser persuasivo y salir más que airoso del envite. Sí, hay gente así. Pero no es lo habitual. Lo habitual para muchas personas es que los nervios antes y durante su exposición le hagan olvidar muchas cosas, que no le resulte sencillo estructurar su mensaje, que no logre captar la atención del público y que la capacidad persuasiva de su discurso quede ensombrecida.
Si te has visto reflejado en el segundo grupo, tengo una buena noticia para ti. ¿Los bebés recién nacidos saben hablar? No, ¿verdad? Eso significa que todo lo comunicacional es aprendido. No hay nada innato en cómo nos comunicamos. Sí, hay personas que lo aprenden tan jovencitos que no son conscientes de ello y creen que es innato. Pero no lo es. Así que se puede (y debe) aprender. ¿Recuerdas como hablaba Butragueño cuando era jugador de fútbol? Hoy es conferenciante y director de relaciones institucionales del Real Madrid. Se puede aprender/mejorar a hablar en público. ¿Quieres aprender?