En ocasiones en nuestro trabajo, o en nuestra vida personal, tenemos que hablar delante de un grupo de personas, a veces más grande otras más reducido. ¿Qué te vendría a la cabeza si te dijera que ahora mismo tienes que hacerlo? ¿Quizá alguna de estas cosas?…
UF! ¡UF! ¡UF!”. “Señor, ¿Y qué digo?”, “Dios mío, seguro que lo hago mal”, “No, por favor”, “¡Qué vergüenza!”, “Espero que la gente esté haciendo otras cosas y no me escuchen”, “Lo voy a pasar fatal”, “Seguro que me temblará la voz o me pondré rojo”, “Me voy a quedar en blanco”, “Ya verás como la lío y lo hago mal”, “Socorro”. “¡Tierra trágame!"
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Si, tranquilo no estás solo, a la mayoría de las personas le da vértigo exponerse por miedo a ser juzgado sin piedad…
Tito Livio siendo responsable de la educación del futuro emperador Claudio, apuntó que “El miedo siempre está dispuesto a ver las cosas peor de lo que son”.
Para iniciarnos en esta aventura de hablar en publico te propongo unas claves, que quizá puedan ayudarte y así afrontar ese miedo:
¿Sabes que hay gente que se pone de pie delante de muchas personas, incluso sin haberse preparado nada, y se le da muy bien comunicarse, captar la atención, ser persuasivo y salir más que airoso del envite? Sí, hay gente así. Pero no es lo habitual. Lo habitual para muchas personas es que los nervios antes y durante su exposición le hagan olvidar muchas cosas, que no le resulte sencillo estructurar su mensaje, que no logre captar la atención del público y que la capacidad persuasiva de su discurso quede ensombrecida.
Si quieres aprender más sobre este tema, tal vez te interese nuestro «Taller de Oratoria” en él se desarrollarán herramientas, técnicas y procesos que te ayudarán a superar el miedo a hablar en público.