Utilidad del Contrato de Formación en Alternancia

Existen varias situaciones en las que puede ser interesante optar por los contratos de formación en alternancia, especialmente en sectores con carencias de mano de obra o cuando se busca incorporar jóvenes sin experiencia previa al mercado laboral. A continuación, te explicamos algunas alternativas que pueden ser útiles para tu empresa.

¿En qué casos es útil un contrato de formación en alternancia?

Muchos jóvenes entre 16 y 30 años, que podrían en un futuro asumir el relevo generacional en sus organizaciones familiares, se encuentran en una etapa donde prefieren empezar a trabajar en lugar de seguir con su formación académica. Estos jóvenes pueden no estar motivados para cursar estudios universitarios o de postgrado, y desean generar ingresos rápidamente.

Sin embargo, encontrar trabajo para este perfil es complicado debido a la falta de experiencia, lo que genera dudas en las empresas para asumir el coste de un contrato tradicional. Por otro lado, hay sectores que sufren carencia de mano de obra o carecen de profesionales cualificados.

Los contratos de formación en alternancia pueden ser una excelente solución para ambas partes: los jóvenes adquieren experiencia laboral, y las empresas pueden formar al personal a medida de sus necesidades. Esta formación práctica les permite, además, tener un enfoque en el trabajo, algo que no necesariamente consiguen con estudios más teóricos.

Ventajas para empresas que contratan a jóvenes sin experiencia

Los jóvenes que buscan ingresar al mercado laboral suelen carecer de la experiencia que muchas empresas demandan. Sin embargo, gracias a la flexibilidad de este tipo de contratos, las empresas pueden contratar sin asumir grandes riesgos financieros. Al tratarse de contratos formativos, la empresa puede moldear al trabajador según sus necesidades, asegurando que el personal crezca en conocimientos y habilidades que son realmente útiles en su área.

Ventajas del contrato de formación en alternancia

Algunas de las ventajas más interesantes de este tipo de contrato son:

• Despido con menores costes: Si el empleado no cumple con las expectativas, puedes despedirlo con menos costes que un contrato convencional. Esto reduce el riesgo para las empresas, especialmente si el perfil contratado aún necesita desarrollar muchas habilidades o no se adapta bien al entorno laboral.
• Duración flexible: Si necesitas personal solo para la campaña de verano, el contrato mínimo es de 3 meses. Sin embargo, si el rendimiento es bueno y deseas prolongarlo, puedes optar por una duración de hasta 2 años, lo que otorga a la empresa flexibilidad para gestionar sus necesidades de personal según la estacionalidad de sus operaciones.
• Ahorro en Seguridad Social: Las empresas ahorran en cuotas a la Seguridad Social, lo que supone una gran ventaja económica. Este ahorro es significativo cuando hablamos de contratos largos o de varios empleados contratados bajo esta modalidad.
• Bonificaciones adicionales: Por asignar un tutor interno que supervise la formación del empleado, las empresas pueden obtener una bonificación adicional de entre 60 y 80 euros. Esta figura del tutor es clave para guiar al trabajador en su desarrollo, asegurando que la formación se realice adecuadamente y que los objetivos laborales se cumplan.
• Capacitación a medida: Las empresas tienen la oportunidad de formar a los jóvenes según sus propias metodologías y estándares, creando personal que está altamente capacitado para las necesidades específicas de la empresa.

¿Cómo afecta la falta de experiencia?

Uno de los problemas que más preocupan a las empresas es la falta de experiencia de los jóvenes que buscan empleo. Los contratos de formación en alternancia abordan esta preocupación al ofrecer formación mientras el empleado realiza tareas laborales. De esta manera, el trabajador gana experiencia en tiempo real, permitiendo a la empresa evaluar sus capacidades y ajustar su formación según el desempeño.

Requisitos del contrato de formación en alternancia

Para poder beneficiarse de esta modalidad, es importante cumplir con una serie de requisitos:

• Duración de la jornada: El primer año, el trabajador debe dedicar el 65% de su jornada a su puesto de trabajo, y el 35% restante a la formación, que se imparte dentro de la empresa. Durante el segundo año, el porcentaje de tiempo dedicado a la formación puede reducirse, pero siempre debe cumplirse con el plan formativo.
• Edad: El trabajador debe tener entre 16 y 30 años y no haber completado formación oficial sobre el puesto que desempeñará. Además, no debe haber finalizado dos años de formación en contratos similares en otras empresas.
• Excepciones: No hay límite de edad para trabajadores discapacitados o pertenecientes a colectivos de exclusión social, lo que abre esta opción a una mayor variedad de perfiles que pueden beneficiarse de esta modalidad de contrato.
• Formación vinculada al puesto: La formación debe estar relacionada con el puesto de trabajo y puede realizarse de forma online o presencial, dependiendo de las necesidades del trabajador y la empresa. La empresa es responsable de pagar la formación del trabajador, con un coste de 286 € mensuales el primer año y 122 € el segundo, durante 11 meses. Este coste, sin embargo, es recuperado en forma de bonificaciones aplicables en las cuotas a la Seguridad Social.

¿Cómo gestiono la formación y la supervisión?

Uno de los puntos más importantes es asegurarse de que la formación está siendo correctamente supervisada. Los contratos de formación en alternancia exigen que un tutor interno guíe al empleado a lo largo del proceso. Este tutor es responsable de asegurar que el trabajador cumpla con el plan de formación y desarrolle las habilidades necesarias para su puesto. Además, las empresas pueden obtener bonificaciones por asignar un tutor, lo que reduce aún más el coste del proceso formativo.

¿Cuánto ahorro supone?

El ahorro económico que suponen estos contratos es significativo. Por ejemplo, contratar a un dependiente mediante esta modalidad puede generar un ahorro mensual de más de 800 euros, mientras que contratar a un camarero podría suponer un ahorro de hasta 1200 euros al mes. Estos ahorros provienen de las bonificaciones aplicables en las cuotas de la Seguridad Social, lo que hace que este tipo de contrato sea muy atractivo para empresas que buscan optimizar sus gastos laborales.

¿Qué sucede si quiero hacer el contrato indefinido?

Si después de dos años decides transformar el contrato en indefinido, puedes acceder a una bonificación adicional de entre 1500 y 1800 euros durante tres años. Esta bonificación se suma a los ahorros obtenidos durante el contrato formativo y puede suponer una gran ventaja si el empleado ha demostrado ser valioso para la empresa.

¿Es necesario transformar el contrato en indefinido?

No es necesario transformar el contrato en indefinido, pero si el trabajador ha demostrado ser eficiente y valioso para la empresa, esta opción puede resultar muy beneficiosa, no solo por las bonificaciones, sino también por la continuidad del empleado ya formado dentro de la empresa. Sin embargo, es importante evaluar las necesidades de la empresa antes de tomar esta decisión.

¿Es una opción interesante para tu empresa?

Los contratos de formación en alternancia pueden ser una excelente opción si necesitas cubrir puestos de trabajo en sectores con falta de mano de obra o si deseas formar a jóvenes trabajadores a medida de las necesidades de tu empresa. Además, las ventajas económicas y la flexibilidad del contrato lo hacen aún más atractivo. Sin embargo, es fundamental seguir las normativas y asegurarse de que el plan formativo se cumpla a lo largo del contrato. Si crees que esta fórmula puede ser adecuada para tu empresa, no dudes en ponerte en contacto con nosotros o llámanos al 965 06 12 06 para obtener más información.

En R&A Formación, te ayudamos a gestionar la contratación de personal bajo la modalidad de formación en alternancia, garantizando el cumplimiento de todos los requisitos y aprovechando al máximo los beneficios económicos.

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