La formación bonificada para empresas, también conocida como formación programada o formación continua, es un sistema de financiación de la formación profesional para empleados que permite a las empresas en España mejorar las competencias de sus trabajadores sin incurrir en altos costos. Está regulada por la Fundación Estatal para la Formación en el Empleo (FUNDAE), anteriormente llamada Fundación Tripartita, y ofrece grandes beneficios tanto para las empresas como para los empleados.
A través de este sistema, las empresas pueden acceder a un crédito anual que se utiliza para financiar la formación de sus empleados, y este crédito se bonifica directamente en las cotizaciones a la Seguridad Social. Esto significa que la formación no tiene un coste adicional para la empresa, siempre que se utilice correctamente el crédito asignado.
¿Cómo funciona la formación bonificada in company?
El proceso de formación bonificada para empresas sigue una serie de pasos específicos, desde la identificación de las necesidades de formación hasta la aplicación de la bonificación en las cotizaciones sociales. A continuación, te explicamos detalladamente cómo funciona:
- Identificación de las necesidades de formación: El primer paso para cualquier empresa que quiera beneficiarse de la formación bonificada es realizar un análisis de las competencias y habilidades que son necesarias dentro de su sector, así como las necesidades específicas de sus empleados. Este análisis puede realizarse a través de evaluaciones de desempeño, encuestas o mediante la identificación de brechas de conocimiento que podrían estar afectando el rendimiento de los empleados. Identificar correctamente estas necesidades es crucial para que la formación tenga el impacto deseado.
- Planificación de la formación: Tras identificar las necesidades de formación, la empresa debe crear un plan detallado que incluya los objetivos de aprendizaje, los contenidos de los cursos, las fechas en las que se realizarán, y el número de empleados que participarán en cada acción formativa. Este plan puede aplicarse de manera individual para cada trabajador, o a nivel grupal, dependiendo de las necesidades de la empresa. Esta planificación es esencial para que los cursos seleccionados aporten valor real al desarrollo de las competencias laborales de los empleados.
- Elección de un centro de formación: Una vez que la planificación está en marcha, la empresa debe elegir un centro de formación que esté acreditado o inscrito en FUNDAE. Existen numerosas opciones, incluyendo centros de formación privados, consultoras especializadas o universidades. Es importante asegurarse de que el centro elegido ofrezca la formación adecuada para cubrir las necesidades identificadas. Además, el centro debe cumplir con los requisitos legales establecidos por FUNDAE para garantizar que la bonificación se aplique correctamente.
- Comunicación a FUNDAE: Antes de que comience la formación, la empresa debe comunicar a FUNDAE los detalles de las acciones formativas que va a realizar, incluyendo el número de empleados que participarán en cada curso. Esta comunicación se realiza a través de la plataforma telemática de FUNDAE, y debe hacerse dentro de los plazos establecidos para garantizar que la formación sea bonificada. Este paso es fundamental para que la empresa pueda recibir la bonificación correspondiente.
- Cálculo del crédito formativo: Una vez comunicada la formación, FUNDAE calcula el crédito formativo del que dispone la empresa. El crédito formativo, también conocido como crédito FUNDAE, es el importe máximo que la empresa puede bonificar en sus cotizaciones a la Seguridad Social para financiar la formación de sus empleados. Este crédito se calcula en función de la cantidad que la empresa ha ingresado a la Seguridad Social en concepto de formación profesional durante el año anterior. El cálculo correcto de este crédito es clave para que la empresa pueda beneficiarse al máximo de la formación bonificada.
- Bonificación en las cotizaciones sociales: Una vez que se haya realizado la formación, la empresa podrá descontar el importe de la formación bonificada de las cotizaciones sociales que debe abonar a la Seguridad Social. Esto se conoce como bonificación, y se aplica de manera mensual durante los periodos en los que se esté impartiendo la formación. De esta manera, el crédito formativo cubre los costos de formación sin suponer una carga adicional para la empresa.
- Realización de la formación: Los empleados de la empresa participan en los cursos o acciones formativas seleccionadas. La formación puede ser de diferentes modalidades, como presencial, a distancia o en línea, dependiendo de lo que mejor se adapte a las necesidades de la empresa y de sus trabajadores. Esta flexibilidad permite a las empresas elegir la opción más conveniente para sus empleados, sin interrumpir su jornada laboral de manera significativa.
- Justificación de la formación: Una vez que los cursos han finalizado, la empresa debe justificar ante FUNDAE que la formación se ha llevado a cabo correctamente. Esta justificación se realiza mediante la presentación de documentos que incluyen los contratos de formación, los programas de los cursos, las listas de asistencia y los certificados o diplomas obtenidos por los trabajadores. Estos documentos deben conservarse durante un período determinado, ya que pueden ser solicitados en una inspección posterior para verificar que la formación se realizó correctamente.
- Aplicación de la bonificación: Tras validar la justificación presentada, FUNDAE aplica la bonificación correspondiente en las cotizaciones sociales de la empresa. Esto se refleja en la liquidación de las cotizaciones sociales que la empresa debe pagar a la Seguridad Social, deduciendo el importe correspondiente al crédito formativo utilizado.
Aspectos importantes a tener en cuenta sobre la formación bonificada
Es importante que el proceso de formación bonificada cumpla con todos los requisitos y plazos establecidos por FUNDAE para que la bonificación sea válida. A continuación, destacamos algunos aspectos clave que deben considerarse:
- Los cursos o acciones formativas deben estar alineados con las necesidades reales de la empresa y deben ser relevantes para el desarrollo profesional de los trabajadores.
- La formación bonificada está dirigida exclusivamente a empleados contratados por cuenta ajena. Esto significa que los autónomos y socios de sociedades mercantiles no son elegibles para participar en este tipo de formación.
- Es fundamental que la empresa esté al corriente de todas sus obligaciones fiscales y de Seguridad Social. De lo contrario, no podrá acceder a las bonificaciones de FUNDAE.
- Existe un límite máximo de bonificación por empleado y por año, que varía en función del tamaño de la empresa.
- La empresa debe conservar toda la documentación relacionada con la formación y la bonificación aplicada durante un período de cuatro años. Esta documentación puede ser requerida por FUNDAE en cualquier momento para verificar que se ha cumplido con todos los requisitos.
En conclusión, la formación bonificada para empresas es una excelente oportunidad para invertir en el desarrollo y capacitación de los empleados, mejorando así su competitividad en el mercado sin asumir costos adicionales significativos. No obstante, es fundamental cumplir con todas las normativas y plazos establecidos para asegurar que la bonificación sea aplicable y beneficiosa para la empresa.
Es recomendable contar con el asesoramiento de expertos en la gestión de la formación bonificada para garantizar el correcto aprovechamiento de este recurso y evitar problemas derivados del incumplimiento de los requisitos establecidos por FUNDAE.
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